Sábana y sangre




Cúrate la sábana de la nutriente existencia del pasado, con los lazos que se queman enlazados entre la arena y tu agua. No hay más prisa que existir a cada paso lento,
cierto,
tenso,
callo,
me aprieto a tu cuerpo en la clara tierra de la selva. He nacido para gritar con la creciente Luminosa de esta noche. Cuando no hay más que expresar palabras y el silencio y las ganas y las bocas se penetran.

Hállome en mi garganta para aullar de mujer en la tierra donde el cielo, en el cielo bañado de una raíz púrpura
vestigios de mi sangre.

Si concedo mi abrazo para crecerme...
Me creo

María Cánovas

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